Hace mucho tiempo que tengo abandonado este blog, que empezó como ejercicio de uno de los cursos del INTEF, diseñado como blog de una profesora de lengua castellana y literatura y espacio para compartir. Y hace tiempo que me planteo retomarlo y reconvertirlo, aunque la falta de tiempo no me ha dejado.
Pero hoy es un día especial, y a pesar del mucho trabajo en el que estamos inmersos y "encerrados" profesores y profesoras desde que empezó esta crisis, es razón para escribir y celebrarlo.
Pero hoy es un día especial, y a pesar del mucho trabajo en el que estamos inmersos y "encerrados" profesores y profesoras desde que empezó esta crisis, es razón para escribir y celebrarlo.
¡Hoy, 20 de mayo, se celebra el Día Mundial de las Abejas, criaturas maravillosas y vitales para mantener la biodiversidad de nuestro mundo! Y este sí que es motivo para olvidar la tiranía en la que andamos, y buscar palabras y pensamientos del corazón que lanzar al mundo para que vuelen su danza.
Para ello les recomiendo un libro precioso. Uno de mis preferidos de estos últimos tiempos: Mi vida de abeja, texto de Kirsten Hall e ilustraciones de Isabelle Arsenault, publicado por la cuidadosa editorial Libros del Zorro rojo en 2019. Es un álbum ilustrado, en cartoné (tamaño 22,3 x 28 cm, 40 páginas).
Refleja el ciclo anual de las abejas y sus tareas, de una primavera a otra, mostrando las distintas etapas de la recolección del néctar y la fabricación de la miel. La historia se narra con gracia, incluyendo diálogos entre algunas abejas. Y refleja con detalle muchos aspectos de la vida de las abejas, despertando asombro y curiosidad.
Predominan las imágenes (tinta, gouache, grafito y lápiz de color), generalmente a doble página y otras en varias viñetas, con textos pequeños. Los paisajes se representan de un modo impresionista y las abejas figuradas con cierta gestualidad humana. Los dibujos son delicados y de un colorido suave, alegre, pero también brillante y enérgico al mismo tiempo, por el uso de naranjas/amarillos casi fluorescentes.
Al final del libro, en su última página, hay una carta dirigida a los lectores o lectoras infantiles, en la que la autora explica por qué ha escrito el libro e insta a ayudar a las abejas con unos consejos.
Refleja el ciclo anual de las abejas y sus tareas, de una primavera a otra, mostrando las distintas etapas de la recolección del néctar y la fabricación de la miel. La historia se narra con gracia, incluyendo diálogos entre algunas abejas. Y refleja con detalle muchos aspectos de la vida de las abejas, despertando asombro y curiosidad.
Predominan las imágenes (tinta, gouache, grafito y lápiz de color), generalmente a doble página y otras en varias viñetas, con textos pequeños. Los paisajes se representan de un modo impresionista y las abejas figuradas con cierta gestualidad humana. Los dibujos son delicados y de un colorido suave, alegre, pero también brillante y enérgico al mismo tiempo, por el uso de naranjas/amarillos casi fluorescentes.
Al final del libro, en su última página, hay una carta dirigida a los lectores o lectoras infantiles, en la que la autora explica por qué ha escrito el libro e insta a ayudar a las abejas con unos consejos.
Puede ser un libro para el último ciclo de los primeros lectores (4-5 años) y primer tramo de los lectores intermedios (y para cualquier lector sensible, en general). Es muy atractivo visualmente, y la historia se narra con cierto suspense. Nos acerca al mundo de las abejas, con sensibilidad y gracia, insectos vitales para preservar el medio ambiente. Un excelente libro para crear sensibilidad y despertar el asombro y la curiosidad por el mundo que les rodea a niños y niñas. Y para disfrutar por parte de todos los que amamos los libros ilustrados (y a las abejas).
Mi otra recomendación es releer el cuento de "La reina de las abejas", de los hermanos Grimm. Este fue uno de mis cuentos preferidos en mi infancia. Y sigue pareciéndome un cuento muy especial. El menor de tres hermanos príncipes sale en busca de fortuna siguiendo a sus hermanos mayores. Es considerado "el Bobo", pero será quien despierte a la princesa de su hechizo gracias a la ayuda de los animales a los que protegió por su buen corazón y compasión. Entre ellos, la reina de las abejas, que da título al cuento. La forma de relatarlo por parte de los hermanos Grimm es impecable, como es habitual en ellos. Me encantan sus versiones. Siempre es un placer leer y releer sus cuentos.
Y, por último, les adjunto un ejercicio de recreación sobre este cuento (que nació tras participar en uno de los estupendos talleres de Escribe melón de Ana Tarambana, el de literatura experimental con Sara Bertrand): mi homenaje a las maravillosas abejas y a nuestra madre Naturaleza, con mis mejores sentimientos, pensamientos y voluntad: La reina de las abejas.
Y, por último, les adjunto un ejercicio de recreación sobre este cuento (que nació tras participar en uno de los estupendos talleres de Escribe melón de Ana Tarambana, el de literatura experimental con Sara Bertrand): mi homenaje a las maravillosas abejas y a nuestra madre Naturaleza, con mis mejores sentimientos, pensamientos y voluntad: La reina de las abejas.