domingo, 22 de enero de 2017

“Si mi centro fuera un libro, sería…”

Tomos de una edición de la Odisea
Soy amiga de los diarios. Me parecen una herramienta muy útil, y disfruto relajándome y escribiendo por placer, desahogándome cuando algo me preocupa, o clarificando mis ideas cuando me dan vueltas los pensamientos…
Tras el primer encuentro del grupo de coordinadores de la Red Virtual Educativa BIBESCAN (Bibliotecas Escolares de Canarias) de la zona de Santa Cruz de Tenerife escribí sobre la experiencia pensando publicarlo en mi recién estrenado blog de profesora, pero el texto se quedó en el cuaderno. Nos propusieron una actividad que me resultó curiosa y escribí sobre ella. Rescato mis palabras del lunes 14 de noviembre, porque me parece singular cómo empezó la aventura, ahora que lo veo con cierta perspectiva.
“Si mi centro fuera un libro, sería…” fue la primera actividad que nos propuso nuestro asesor del CEP Ricardo Pais a los coordinadores asistentes a una sesión de la Red BIBESCAN. Una actividad para conocernos e iniciar la reunión.
La propuesta nos pilló desprevenidos y solo nos dejaron unos minutos para pensar nuestra respuesta. Y fue interesante. Por eso lo cuento. No sé lo que habría dicho si hubiese tenido más tiempo para pensarlo, pero así, en esas circunstancias, lo primero que pensé fue que fuera lo que fuese, para mí el libro tenía un formato antiguo, con tapas duras, incluso de cuero… Estoy en un centro antiguo, el primero de la ciudad de Santa Cruz de Tenerife. Cuando me dieron mi “destino” (bonita expresión para la adjudicación de plaza) en el IES Andrés Bello alguien me dijo “¡Ah, en un histórico!”. Lo entendí el primer día que fui a verlo: cuando entré en la sala de profesores me acordé del colegio de mi infancia, con sus muebles antiguos. Lo curioso es que es un centro con un profesorado comprometido y bastante innovador, y hay un claro impulso de modernizar el espacio y darle “otro aire”. Pero a mí me gustó su carácter antiguo: una entrada espaciosa, techos altos, con un salón de actos de verdad y la secretaría con archivos de hace muchos años… Así que ese lado antiguo a mí me cautivó. ¡Ah, estoy en un histórico! ¡Qué interesante!
Hada lectora leyendo sobre la Odisea
Supongo que por ello lo primero que pensé fue en el formato de libro antiguo (algo de igual atractivo para mí). Pero no nos habían pedido que pensáramos en la forma de un libro, sino en un libro. Y los segundos pasaban. Podría ser un clásico, pero un clásico que también reflejara su carácter moderno, a ese profesorado predispuesto a probar cosas, a hacer experimentos, curioso, con ideas originales… y bastante “novelero”. ¿Qué clásico podría ser? Pronto pasarían los dos minutos. Y tras desechar clásicos del siglo XX por fin me vino el libro, la Odisea: sí, un relato de aventuras. Un clásico que se renueva y podemos encontrar en formatos tan diversos. Que ya desde su inicio fue una obra moderna y original, y sigue siéndola. La Odisea con un héroe pasando por tantas historias, tantos encuentros, inteligente y astuto, valiente… Me gustó imaginarlo: si mi centro fuera un libro sería la Odisea, un relato de aventuras, un clásico moderno.
Otros coordinadores imaginaron libros maravillosos también: Alicia en el país de las maravillas, La historia interminable, Las mil y una noches, e incluso el cuento de “Caperucita Roja y el lobo”. Curioso lo que podemos imaginar. Ahora, con el sosiego, lo pienso más despacio, y no me disgusta la elección apresurada en dos minutos. Si el IES Andrés Bello fuera un libro, para mí sería la Odisea. ¡Qué dirían los profesores del centro! Un viaje, tanto en el espacio y tiempo cotidiano como en el mítico. Donde nos encontramos y volvemos a nuestro hogar. Y este, ¿cuál es? Hoy diría que el de nuestra humanidad conquistada, esa a la que aspiramos en educación. Lo bueno, como en todo gran clásico, es que podemos volverlo a leer y descubrir más.
Así que les invito a seguir nuestra aventura, la del IES Andrés Bello, en la construcción de un proyecto dentro de la Red BIBESCAN y un ¡Plan Lingüístico de Centro! –esta va de monstruos–. ¡A ver qué hacemos!

Así terminaba mi escrito entonces. El Plan Lingüístico empezó (Elaborando nuestro Plan Lingüístico) y acabamos de hacer un primer balance (Llevando a cabo nuestro Plan Lingüístico I), y si se están preguntando quién está sentada sobre la Odisea en la biblioteca y quieren saber más de las hadas lectoras del IES Andrés Bello: De cómo llegaron hadas lectoras al IES Andrés Bello.

Moribito III. El guardián de los sueños

Portada de Moribito III
Continuamos de nuevo con Moribito. Esta vez con El guardián de los sueños. Esta es la tercera historia de la colección, de la escritora Nahoko Uehashi (publicada por la editorial SM). Si ya han leído las reseñas de las historias anteriores, sabrán que se trata de historias entretenidas de acción, aventuras y fantasía, y que la autora es muy hábil manteniendo el suspense y la intriga.
La protagonista, Balsa –como ya saben–,  es una guardaespaldas a sueldo, experta en artes marciales y en el manejo de la lanza, y aunque la historia está ambientada en lugares imaginarios, refleja la cultura y el estilo de vida del Japón feudal durante la Edad Media.
La primera historia transcurría en Nuevo Yogo, un imperio fundado en la península de Nayoro. En aquella historia conocíamos a Balsa y a otros personajes, que continuarán en la saga: Jiguro, su maestro protector ya muerto, quien había sido el mejor lancero de Kanbal y que le había salvado la vida cuando niña;  Tanda, curandero y aprendiz de chamán, amigo de la infancia de Balsa; Torogai, una de las chamanes más reputadas de Nuevo Yogo; Shuga, el joven astrólogo imperial de gran talento; o Chagum, el joven príncipe de Nuevo Yogo, a quien Balsa le salva la vida.
En la segunda historia, Balsa regresaba a su país natal, Kanbal, un país de clanes de guerreros y campesinos y del pueblo de los pastores trashumantes, al norte de Nuevo Yogo y al otro lado de las montañas de la Niebla Azul. Allí resurgían los recuerdos del pasado y cobraba protagonismo Jiguro, del que descubríamos nuevas facetas.
En esta tercera historia, nos encontraremos de nuevo con todos estos personajes y descubriremos el pasado de la chamana Torogai. Pero también conoceremos a un singular personaje nuevo: Yugno, un cantante viajero y actual Li Tu Luen, amador de los kodama (los Li, espíritus de los árboles que aman los cantos).
En el reino de Nuevo Yogo, la esposa del mikado (el emperador) y una joven campesina han quedado atrapadas en el mundo de los sueños. Ven una flor exuberante en cuyos pétalos quedan cautivas sus almas. Balsa se enfrentará al guardián de la flor, y volveremos a sumergirnos en los mundos paralelos al mundo visible de Sagu. En esta historia nos encontraremos de nuevo con Nayugu, el mundo el invisible, el cual, como un pozo sin fondo, a medida que ahondas más vasto e insondable se hace.

En este sentido, esta historia me parece la más “enredada” de las tres (por cómo se entrelazan los mundos que aparecen y los personajes vinculados a ellos), pero Nahoko Uehashi consigue mantener el interés, a pesar de todo. E igualmente resulta curioso cómo aparecemos en el mundo de los sueños. Adentrarse en el mundo de los deseos puede ser peligroso. Quedas invitado al viaje.

viernes, 20 de enero de 2017

Moribito II. El guardián de la oscuridad

Portada de Moribito II
Seguimos de nuevo con Moribito. Esta vez con El guardián de la oscuridad. Esta nueva historia de la escritora Nahoko Uehashi (publicada por la editorial SM), nos ha gustado más aún que la primera.
Como ya saben, si han leído El guardián del espíritu, la protagonista, Balsa, es una guardaespaldas a sueldo, experta en artes marciales y en el manejo de la lanza, y aunque la historia está ambientada en lugares imaginarios, refleja la cultura y el estilo de vida del Japón feudal durante la Edad Media. La primera historia transcurría en Nuevo Yogo, un imperio fundado en la península de Nayoro. En esta nueva historia, Balsa regresa a su país natal, Kanbal, un país de clanes de guerreros y campesinos y del pueblo de los pastores trashumantes, al norte de Nuevo Yogo y al otro lado de las montañas de la Niebla Azul.
Treinta años atrás, el perverso rey Rogsam asesinó al padre de la lancera cuando esta solo era una niña. Jiguro, el mejor amigo de su padre, la salvó y la protegió de sus enemigos, y le enseñó a luchar y manejar la lanza. Pero para protegerla tuvo que matar a ocho amigos, guerreros enviados por el rey para matarla. Balsa prometió salvar la vida de ocho personas para expiar esas muertes. Ahora regresa a Kanbal para reconciliarse con su pasado, pero su vida correrá peligro. Alguien no quiere que Balsa saque a la luz la vieja conspiración.
Como en la obra anterior, estamos ante una aventura de acción e intrigas, pero también ante una historia sobre culpas y miedos, sobre mentiras, relaciones familiares y tribales, o qué hacer ante las responsabilidades propias y las comunes, y maneras de conciliarse con el pasado.
Además, en esta historia el mundo creado por Nahoko Uehashi se amplía con nuevos pueblos, con sus mitos y creencias, sus costumbres, sus leyendas… Por ello, nos encontramos con los enigmáticos hyohlu, los guardianes de la oscuridad y el reino interior bajo la montaña… ¿Quién es el rey de la montaña que habita en el interior de la cordillera del Yusa? ¿De dónde procede la hermosa piedra azul que llaman luisha? ¿Qué ocurre en el baile de las lanzas? Y, sobre todo, ¿quiénes son los guardianes de la oscuridad?
Para saberlo, tendrás que adentrarte en esta nueva intriga, hacer un viaje al corazón de la montaña y entrar en la oscuridad para transformarla en luz.

Moribito I. El guardián del espíritu

Portada de Moribito I
Hoy les voy a presentar uno de los libros que me he leído estas Navidades: El guardián del espíritu, de la serie Moribito, de la escritora Nahoko Uehashi y publicada por la editorial SM. Es un libro entretenido, con una trama llena de acción, de esas en las que no quieres dejar de leer para saber qué ocurre después. Pero no solo eso.
La historia está ambientada en un país imaginario, aunque refleja la cultura y el estilo de vida del Japón feudal durante la Edad Media, un mundo donde está presente la magia, con terribles guerreros (los cazadores imperiales), chamanes, campesinos…
La protagonista es Balsa, una guardaespaldas a sueldo, experta en artes marciales y en el manejo de la lanza. Un día, por azar, su vida se cruza con la del joven príncipe Chagum, el segundo príncipe de Nuevo Yogo, y recibe el encargo de proteger su vida. Chagun parece estar poseído por algún espíritu, y la sequía asola el país. Los consejeros del mikado, el emperador, creen que solo la muerte del príncipe podrá evitar la desgracia. Así que Balsa y el joven príncipe huirán en un peligroso viaje para comprender la verdadera naturaleza de ese espíritu y encontrar una solución.
Una de las cosas que más me llamaron la atención es que la historia transcurre entre dos mundos, Sagu, el mundo visible, y Nayugu, que según la tradición del pueblo indígena yakoo (interesante pueblo, por cierto), es un mundo invisible paralelo a Sagu. En circunstancias normales, Nayugu es invisible para las personas de Sagu, pero ambos mundos interactúan y tienen influencia el uno sobre el otro. Por supuesto, nuestra historia no transcurre en circunstancias normales, y a medida que avanza la trama, más nos vamos adentrando en este extraño e inquietante mundo, del que no les diré más.
De modo que si les gustan las aventuras y la acción así como la fantasía, aquí tienen un libro para disfrutar.
La historia de Moribito, el guardián del espíritu, creció hasta convertirse en diez historias en total. La editorial SM ha traducido las tres primeras. Esperemos que siga con las restantes. La colección cuenta con muchos seguidores jóvenes y adultos en Japón, y también se ha convertido en una serie anime para televisión y una serie de manga de gran popularidad.