Terminamos nuestra andadura por el curso Pedagogía conectada, del INTEF, con una
reflexión final sobre lo aprendido. Empecé buscando saber más sobre los
fundamentos de la pedagogía en red y ver qué me podía aportar siendo
profesora de un bachillerato semipresencial (una enseñanza que combina clases
presenciales con el uso de un aula virtual).
A mi pesar, no pude participar regularmente como me habría
gustado, por muchos compromisos que he tenido en estos meses. Pero leyendo los
apuntes aportados en el curso, sí creo que me han servido para reflexionar.
Quizás esto no se refleje tanto en las tareas realizadas.
Para aprovechar el tiempo, desde hace unos años intento hacer tareas sobre lo
que estoy realizando en clase para sacarle uso y no irme a proyectos ideales
que después difícilmente “bajan a tierra”. Y por razones prácticas (al trabajar
fuera de los plazos), he utilizado herramientas que ya uso habitualmente,
porque era más rápido y fácil. De modo que en este curso no he probado herramientas nuevas.
Así que, aunque no se refleje especialmente en las tareas, lo más
interesante ha sido pensar sobre el uso de las nuevas tecnologías, para qué y
de qué modo, más allá de los productos realizados.
Vivimos en una época en la que circula mucha “información” en
la red –de hecho se habla de “infoxicación” y necesidad de “curación de
contenidos”–, y continuamente oímos eso de la importancia del “conocimiento”.
Un mundo marcado por la velocidad y la inmediatez. La potencialidad de la
conectividad lleva a hablar de co-crear y socializar contenidos… y a
preguntarse qué posibilidades da todo esto en el ámbito educativo y sus
procesos. ¿Por qué aprender en red? Y el
debate de las finalidades de la educación son aspectos que se tratan en los
apuntes del curso.
En este debate, aunque se recuerda que las TIC por sí sola
no son un factor de cambio, motivación o innovación, y se señalan como un medio
y no un fin, aparecen como un elemento positivo y facilitador de los procesos
de enseñanza y aprendizaje. Esto se enmarca dentro de un nuevo paradigma
emergente pedagógico. Y se resaltan múltiples ventajas.
Emblema Festina lente |
En apariencia, todo parece muy interesante. Pero creo que necesita ser pensado y reflexionado, con cuidado y sin prisas. Por lo que
sé que volveré a revisar con calma los apuntes de este curso en concreto. Festina lente. Soy partidaria de una
pedagogía lenta, como declaré al iniciar este diario de aprendizaje. Los
procesos de aprendizaje requieren su tiempo; los ritmos del ser humano, por
mucha rapidez que proporcionen las nuevas tecnologías, también necesitan su
tiempo. El paso de “información” a “conocimiento” implica un proceso de
interiorización, de hacer propio, que requiere vivencias, experiencias… que
igualmente conllevan tiempo. La lectura profunda –la llave que nos conduce al
conocimiento– también precisa tiempo (recomendamos el lúcido artículo de Juan
Antonio Millán La lectura y la sociedad del conocimiento). Tiempo significa atención y cuidado. Además, los medios no son neutros: nos
condicionan. Por lo que cabe revisar bien qué queremos con ellos y si
verdaderamente sirven para los fines que buscamos.
Después de encontrarlos una y otra vez citados durante años, durante la realización de este curso he comprado dos libros, que están en mi mesita de noche: Tecnópolis. La rendición de la cultura a latecnología y Divertirse hasta morir. El discurso público en la era del “showbusiness” de Neil Postman. Tienen sus años, pero por lo poco que he leído me
parecen lecturas interesantes, y muy relacionadas con el tema de nuestro curso. También quiero retomar otro que me
recomendaron unos buenos amigos ya hace unos años, y que todavía está esperando
pacientemente en un estante de una de las librerías de mi sala, Tiempos líquidos de Zygmunt Bauman. En el curso nos presentaron un pequeño vídeo de este pensador. Supongo
que me van a ayudar a ver con cierta perspectiva estas cuestiones, sobre las
que me parece necesario reflexionar con calma.
Volviendo a los detalles del curso, aparte de darme
impulso para indagar en estos temas, sus TAREAS también han sido interesantes:
Empezamos abriendo el diario de aprendizaje y con una
presentación 3, 2, 1 (tres características personales, dos actividades que no
dejarías de hacer, una razón por que te dedicas al mundo educativo). Me gusta
que varíen el formato de la presentación (llevo años haciendo cursos del INTEF) y esta vez me tocó un modelo nuevo.
En el primer bloque
“Pedagogía conectada: teoría, mitos y realidades”, tuvimos
un foro para pensar (“Implicaciones, oportunidades y dificultades de la
pedagogía conectada”) y una reflexión inicial sobre nuestro contexto educativo,
publicada en el diario. Es decir, empezamos leyendo y reflexionando, lo cual me gustó.
Las actividades voluntarias también eran interesantes
(aunque no las hice por falta de tiempo, no dejé de tomar nota y pensar sobre
ellas): una nube de palabras en torno a los conceptos tratados –en realidad,
hice la nube y la utilicé en otra de las tareas– y una propuesta para
argumentar muy sugerente: defender con argumentos una postura contraria a la
opinión general sobre algún tema relativo a la educación. Me apena no haber
podido escribirla, pero era una actividad muy buena.
El segundo bloque,
“Pedagogía conectada en mi contexto educativo de origen” ya se centra en nuestro día a día: planificarun recurso de aprendizaje, en mi caso una guía (lo que daba pie a pensar en lo
que puede ser un recurso de aprendizaje y contextualizarlo adecuadamente);
diseñar una tarea que generase un artefacto TIC (aquí opté por la elaboración
una entrevista y grabarla en formato radiofónico) y generar un artefacto TIC
para resumir las características de diversos modelos pedagógicos en red (hice
una presentación con Slides de Google). La actividad voluntaria era compartir
recursos educativos en Twitter con el hashtag del curso.
El tercer bloque,
“Contraste de proyectos y buenas prácticas. Comienza una red” nos llevó a ver
cómo valorar en red, crear nuestro recursos y contrastar prácticas. Empezamos
con un foro para reflexionar sobre cómo evaluamos, otro nos sirvió para evaluar
por pares (aunque por su organización, cabía la posibilidad de que no te escogiesen tus compañeros para evaluarte)
y las tareas eran presentar el recurso de aprendizaje y el diario de
aprendizaje (si habías hecho todas las tareas, este último paso no requería en
realidad hacer nada). La actividad voluntaria era compartir una buena práctica.
Con ello llegamos al bloque final, para despedirnos, y aquí
estamos haciendo nuestro balance 3x1, tres cosas que nos han gustado mucho, una
que no.
Tres cosas que me han gustado mucho: 1) el contenido, aunque
no comparta todo lo planteado, me ha parecido muy interesante; 2) las
propuestas prácticas y también reflexivas de las tareas, que requieren hacer
cosas (es una las razones por las desde hace años siempre hago por lo menos un
curso del INTEF cada curso escolar); 3) la labor de nuestro tutor, Alejandro González Fernández, su atención y
sus comentarios enriquecedores.
Una cosa que no me ha gustado es la restricción que supone
la petición de generar un artefacto TIC tal y como está planteada en las
tareas, pues no te permite hacer mapas mentales “analógicos”. Me encantan las
estrategias de pensamiento visual, y garabatear a mano puede ser muy eficaz. No
me he atrevido a hacer un mapa visual por incumplir los requisitos, pero ha
sido un tanto frustrante. Además, escribir un artículo en nuestro blog también
es en sí un artefacto TIC, que no se contempla dentro de las posibilidades al
indicarse que el artefacto debe incrustarse en el diario. Y este formato es muy
propicio para las reflexiones.
Por otra parte, y aunque con ello sean dos cosas realmente,
también eché de menos la interacción que en otros cursos ha dado el uso de
Twitter. Se recomendaba al principio, y no se volvía a plantear en las tareas obligatorias hasta una de
las últimas tareas. No estaría de más ponerlo como coletilla en todas las
tareas, como recomendación.
Pero más allá de estos detalles, ha sido un placer
participar de nuevo en un curso del INTEF, y recomendamos este a todos aquellos
que quieran reflexionar sobre la pedagogía en red.