domingo, 13 de mayo de 2018

El recorrido de un aprendizaje


Llegamos al final del curso Bibliotecas escolares y uso de AbiesWeb del INTEF. Nuestra última tarea consiste en esta entrada, que debe incluir un artefacto digital que contenga un recorrido por lo aprendido. Se trata de ver qué hemos aprendido, para qué nos va a servir y cómo lo vamos a aplicar en el aula o en nuestra práctica docente.






Como en la entrada anterior, de reflexión, ya detallamos qué nos había llamado la atención de todo lo trabajado, comparándolo con nuestra valoración inicial, no voy a tratar esos mismos aspectos de nuevo. Haré un breve resumen del recorrido, recogido en esta infografía (analógica, lo reconozco, pero es que me resulta más versátil hacerla con rotuladores y lápices de colores que usando las plantillas e iconos de las versiones gratuitas de Piktochart, Genially o Canvas).



Como ven, el viaje empezó el primer hito con una evaluación, la de nuestra biblioteca, y aprendiendo que primero tenemos que orientarnos, saber de dónde partimos, qué queremos y a dónde queremos llegar. Estamos en una etapa de Organización y gestión, y hay que establecer el plan de trabajo. Esta evaluación creo que tenemos que hacerla como colectivo: no es cuestión de un coordinador o un equipo directivo, sino del claustro, para que partamos de una imagen y meta común.


En nuestro segundo hito, trabajamos herramientas para seleccionar fondos: si queremos que la biblioteca sea un recurso disponible para todos, tendrá que ofrecer fondos variados, actualizados y atractivos (no solo de ficción, sino relacionados con todas las materias). Y hemos explorado dónde podemos encontrar asesoramiento para conocer posibilidades: redes sociales específicas, revistas digitales, páginas web de recomendaciones… (Canal lector, El árbol rojo, Anatarambana, El templo de las mil puertas…). Si gestionamos compras, tendremos que informarnos y atender todas las necesidades.

Tras estos pasos iniciales, pasamos a la siguiente etapa: conocer y manejar el sistema de gestión de bibliotecas escolares que nos ofrece el Ministerio, el AbiesWeb. Aquí el tercer hito fue aprender a catalogar por medio de un trabajo en grupo (descubriendo en detalle sus posibilidades para optimizar las búsquedas posteriores por medio de los datos auxiliares); el cuarto, gestionar lectores, préstamos, crear cursos y hacer promociones (las ventajas de tener estas gestiones informatizadas); y el quinto, usar las insignias como forma de fomentar lectores y colaboradores de la biblioteca (aprovechar la tendencia al juego que llevamos dentro).

Y llegamos a la última etapa del viaje, la de aprender a dinamizar la biblioteca. En este caso aprendimos tanto técnicas de “marketing” para visibilizar y fomentar nuestra biblioteca como estrategias pedagógicas: cómo animar a leer o trabajar la alfabetización informacional. El sexto hito fue aprender a promocionar contenidos (incluidas las vías digitales, como con tableros de Pinterest). Como ya he indicado anteriormente, me parecen muy interesantes las posibilidades de cartelería, señalética o uso de una imagen corporativa aplicadas a la biblioteca. También exploramos un poco el mundo de las dinámicas para animar a leer o de alfabetización informacional. Después del hito séptimo, en el comprobamos la eficacia del sistema de catalogación para buscar recursos en torno a una celebración, yo opté por elaborar, en el hito octavo, una actividad de alfabetización informacional para leer, investigar y crear una presentación con audio (slidecast) con mis alumnos de 1º Bach, sobre teatro barroco. ¡Estamos en ello en estos momentos! Así llegamos al noveno hito, donde volvemos la mirada atrás y reflexionamos sobre lo aprendido. Nos habría gustado hacer la actividad voluntaria de crear una guía para nuestra biblioteca: no la olvidamos. Cuando pasen las inminentes sesiones de evaluación de 2º Bach nos pondremos a ello. Será nuestro siguiente paso.

Porque, en realidad, el camino realmente sigue... en nuestro centro. Ahora toca, poco a poco, trabajar y aplicar lo aprendido, más allá de lo que ya hemos hecho. 

Personalmente, ya trabajo en mi aula el fomento de la lectura y prácticas de alfabetización informacional. Con lo aprendido espero ayudar en la gestión y dinamización de la biblioteca, y apoyar a cualquier compañero que necesite información o ideas.

En definitiva, ha sido un interesante y productivo curso, en el que hemos tenido a una tutora muy eficaz. Gracias, a Ana Rey Artime y a todo el equipo de INTEF que hace posible estos cursos.

(Me quedaría, en verdad, otra entrada, sobre más reflexiones que he ido realizando sobre lo aprendido y que no han tenido cabida en lo hecho, especialmente por la falta de tiempo. Mayo siempre es agobiante para mí en el centro. Pero me sentaré a escribirla en cuanto pueda).

Que les resulte de interés lo compartido.

Aquí imagen en tamaño original.

sábado, 12 de mayo de 2018

Mirando atrás y compartiendo


Entramos ya en la recta final del curso Bibliotecas escolares y uso de AbiesWeb del INTEF. En esta nueva tarea nos toca reflexionar sobre todo aquello que nos haya ofrecido pautas útiles o nuevas ideas para mejorar el funcionamiento de la biblioteca. Si comparo lo aprendido con mi visión inicial, trabajada en el cuestionario que hicimos al principio, confirmo en gran medida lo que me planteé entonces (entrada aquí). Aunque ahora soy más consciente de algunas cuestiones o dispongo de más ideas prácticas para llevar a cabo.

Partimos de que es básico definir qué modelo de biblioteca queremos, cuáles son nuestras necesidades, elaborar un plan de trabajo acorde a ello y adquirir y seleccionar el material o recursos que se requiere.

Gabinete,
CIker-Free-Vector-Images, Pixabay
Pero, a nivel personal, son aspectos concretos los que más me han llamado la atención. Por ejemplo, soy más consciente del valor de una buena catalogación: no solo necesitamos que el fondo esté catalogado, sino que su catalogación sea precisa y detallada para rescatar lo que hay. En este sentido, destacaría la importancia de esos datos auxiliares que parecen más “secundarios”. Esto requiere cierta planificación, más si quienes van a catalogar son un equipo de varias personas, para establecer pautas comunes (revisar las listas de descriptores, materias… que ya vienen dadas, concretar cuáles se van a añadir y elaborar una lista propia en función de las necesidades del centro). Un capítulo aparte sería la revisión de lo que probablemente no se vaya a usar nunca (el difícil proceso de expurgar).

CIker-Free-Vector-Images, Pixabay
Otra de las ideas que me llevo es la de visibilizar la biblioteca y sus fondos. Sabía que era necesario. Sin embargo, ahora dispongo de ideas concretas para hacerlo. Me gustaron especialmente los apuntes del curso donde aparecen pautas y ejemplos (todo lo de señalización, usar una imagen reconocible –las posibilidades de la mascota me sorprendieron–, las variadas propuestas de actividades y medios para la difusión, incluida la guía, que ya me había planteado). Dentro de todo esto, me parecen muy útil las ideas de exponer fondos por temas, eventos… no solo de forma física, sino también por tableros (como los ejemplos que hicimos de Pinterest). En fin, toda esa gran labor de dar a conocer y “mover” el ambiente de la biblioteca.

Las posibilidades de dinamizar desde múltiples perspectivas, no solo animación a la lectura sino alfabetización informacional, leer e investigar… son cuestiones que trabajamos bastante en el curso Espacios de lectura, del INTEF también (en mi caso participé en su edición de 2017). Las reflexiones y tareas que elaboré al respecto están en el blog, en entradas anteriores (resumen aquí). El curso pasado me resultaron muy útiles para un trabajo que hicimos de asesoramiento en reuniones con los distintos departamentos didácticos de mi centro.

Acuerdo, OpenClipart-Vectors, Pixabay
En esta línea, creo que es una buena idea la que está impulsando la Consejería de Educación de Canarias sobre los Planes de Comunicación Lingüística, que se promueven en los centros educativos (Jornadas de Innovación Educativa para la Mejora de la Competencia Comunicativa). Aunque hay muchas experiencias impresionantes, yo me conformo por empezar por acciones elementales, que no por simples y sencillas, son fáciles de llevar a cabo. Estoy pensando en acuerdos entre el profesorado de las distintas especialidades para realizar prácticas dentro de las clases –integradas en su currículo, no como algo anexo y puntual– que conlleven investigar y usar la biblioteca (es decir, leer, escribir, tratar la información…). Y que esto se realice con ciertas pautas comunes, siendo conscientes del uso de estrategias variadas para el desarrollo de estas destrezas, métodos para investigar, criterios de presentación, uso y cita de fuentes, licencias de autoría… Que desde los distintos departamentos, en las diferentes materias, se lleve a cabo por lo menos una actividad o acción trimestral sería fantástico. Porque seríamos muchos trabajando desde una línea común. Y a esto sumarle el trabajo que se realiza habitualmente por proyectos diversos, al que habría que darle visibilidad (uno de los grandes problemas que observo en los centros es que no vemos todo aquello que ya hacemos en las aulas de gran interés).

ProSmile, Libros, Pixabay
Por otra parte, desde el lado lúdico, propuestas simples como la creación de un club de lectores también me parece que funcionan muy bien. El curso pasado coordiné uno y fue una experiencia preciosa (a los alumnos participantes les gustó muchísimo y yo solo puedo expresar gratitud por haber tenido la suerte de leer con ellos semana tras semana Los dientes de la eternidad de Jorge García, un cómic estupendo, y haber compartido juntos reflexiones ¡fuera del horario lectivo!).

La lectura es, por lo general, un acto personal, íntimo, reflexivo, que ocurre en soledad. Llevarla a espacios comunes y compartirla no me parece nada fácil. Creo que muchas de las actividades de “dinamización de la lectura” suelen ser actividades diversas que solo tienen como pretexto alguna lectura mínima, y que difícilmente promocionan la lectura entre los que no son lectores. Confío más en generar espacios en los que compartir lecturas, fomentar las recomendaciones y darles visibilidad, o leer juntos (sin la necesidad de obligar a nadie a leer; hay quienes solo quieren escuchar y tampoco eso está mal). Yo supongo que nos sorprenderíamos si preguntásemos cuántos profesores leen a sus alumnos algo (incluso puede que sea significativo saber quiénes leen habitualmente y qué leen).

En cuanto a promocionar alguna experiencia que hayamos visto, mencionaría la red BIBESCAN (red de Bibliotecas Escolares de Canarias), donde se comparten muchas experiencias, pero lo hacen en un entorno cerrado al que solo puede acceder el profesorado participante (un aula virtual Moodle).

IES de Melide
Yo suelo visitar de vez en cuando –desde hace años ya– la página del IES de Melide, en Galicia, porque me gustan lo que suelen hacer. Conocí su trabajo a través de un Encuentro y Muestra Internacional de Experiencias Didácticas (de lectura y escritura) que organiza anualmente la Sociedad Canaria “Elio Antonio Nebrija” de profesores de Lengua y Literatura (ya llevan once celebraciones). Este tipo de encuentros son estupendos para ver qué se hace en otros centros y tomar ideas. Del IES de Melide me gustan lo que hacen (participan en muchas actividades de su entorno y también organizan y llevan a cabo actividades que me parecen prácticas e interesantes) y cómo lo exponen organizado en distintos blogs: Bibliomelide es el blog de su biblioteca, Falamelide es su espacio de radio, televisión y revistas, Papalibros es su Club de lectura, Melide in English… Algunas de sus propuestas ya no continúan, pero me gustan para inspirarme: Cinema Paradiso, Boas Novas, Artefacto… Me encanta lo que hacen y cuántas propuestas tan bonitas hay (sin que parezcan “cosas del otro mundo”, pero con un buen trabajo detrás). Supongo que tienen un grupo de profesores muy activos para mantener todo esto. No recuerdo qué fue lo que expuso el profesor al que yo conocí en aquel encuentro, pero desde entonces suelo inspirarme en este centro.

Espero que les resulte de interés.

viernes, 4 de mayo de 2018

Leer, investigar y crear una presentación con audio

Estamos de nuevo con una tarea del curso Bibliotecas escolares y uso de AbiesWeb del INTEF: leer e investigar en entornos digitales. Se trata de diseñar una actividad relacionada con la animación a la lectura o con la alfabetización informacional y mediática, basada en el uso de herramientas TIC.

En mi caso he optado por una del segundo tipo: leer e investigar sobre obras teatrales barrocas y crear una presentación digital con audio (lo que suelen llamar un slidecast). Está pensada para un grupo de 1º Bach Semipresencial. 

Es una actividad formal, de carácter académico. Los estudiantes tendrían que leer una obra teatral barroca, realizar un pequeño trabajo de análisis e interpretación y de investigación sobre la obra en relación con su contexto histórico, artístico y cultural, y, finalmente, elaborar una presentación con medios audiovisuales que incluya la explicación oral mediante un audio.

Nos interesa que conozcan y sepan interpretar obras teatrales barrocas, y que trabajen en equipo y sepan planificar y gestionar un proyecto de investigación, desde obtener información de fuentes diversas hasta tratarla, elaborarla y comunicarla a otros mediante una presentación. Con respecto al producto final, tendrán que conocer y respetar las normas de presentación de un trabajo (cita de fuentes, créditos, uso de licencias de autoría...) así como las propias de la presentación audiovisual (adecuado y equilibrado uso de imágenes, textos, fuentes, tamaños, color... y organización del contenido por diapositivas). Y para la explicación oral, aparte de la relevancia de la información y la claridad y coherencia con que se hile, interesa el lenguaje empleado, la dicción o la expresividad. 

Las herramientas TIC que tendrán que manejar serán la de la presentación (la de Google Drive u otras), Audacity (para generar el audio) y Screencast-o-matic (para generar el vídeo final que integra la presentación con el audio). Aunque se podría grabar el audio directamente con Screencast-o-matic, creemos preferible grabar el audio aparte con Audacity, en un equipo de radio del que disponemos, porque ya lo usamos y permite mejorar la calidad. En caso de disponer de poco tiempo, se podría prescindir del paso de grabación del audio previo, pero perderíamos calidad. 

Hemos optado por estas herramientas a pesar de que algunas aplicaciones para realizar presentaciones te permiten insertar audios, porque de las más comunes y gratuitas, son solo unas pocas y presentan algunos inconvenientes. Por ejemplo, una versión antigua del Power Point (que no tenemos en el centro) o la de Prezi (con el inconveniente de que funciona por zoom, y este no siempre queda bien).

Nuestra propuesta detallada, siguiendo la plantilla que nos han dado, es la siguiente: Presentando el teatro barroco

Esperamos que les resulte de interés.

[Las imágenes utilizadas proceden de Pixabay, con licencia CC0 Creative Commons, salvo el icono inicial procedente del banner del curso Bibliotecas escolares y uso de AbiesWeb del INTEF]

miércoles, 2 de mayo de 2018

¿Qué hay en la biblioteca?


Volvemos con una tarea del curso Bibliotecas escolares y uso de AbiesWeb del INTEF. Una tarea que tenía que haber hecho ya hace cierto tiempo. Se trataba de un supuesto práctico. Imaginamos que hemos pedido a los alumnos que realicen algunos trabajos en torno a alguno de los días internacionales (como el Día Escolar de los Derechos de la Infancia, el de la Paz y la No Violencia, el de la Mujer o el de la Salud). Pero, antes de comenzar, vamos a la biblioteca para comprobar con cuánta facilidad se pueden localizar documentos con la información necesaria para realizar el trabajo. La práctica consiste en utilizar solo el sistema de catalogación que se esté usando en la biblioteca para comprobar su fiabilidad y utilidad.

Como en la biblioteca de mi centro no era posible hacer esta práctica al no tener el fondo catalogado, tenía que ir a otra. Y como en el día a día es difícil salir de las rutinas habituales, fui aplazando la visita. Finalmente, opté por ir a una biblioteca pública, cercana al centro. ¿Cuál ha sido el proceso seguido y qué he observado?

La biblioteca forma parte de la red canaria de bibliotecas, BICA, que utiliza una plataforma común. Esta base de datos contiene los fondos de todas las bibliotecas de la red. En su buscador, puedes seleccionar buscar solo fondos de una biblioteca concreta. ¡Y la búsqueda la puedes hacer desde tu casa! (En fin, me he retrasado por algo que podía haber resuelto desde hace bastante tiempo).

Si buscas libros u otros documentos concretos de los que tengas datos (título o autor, por ejemplo), es muy fácil comprobar si están o no. Pero si vas a comprobar qué hay relacionado con un tema como la salud, la mujer, la paz…, ya es más complicado, desde nuestro interés educativo.

Tienes la posibilidad de buscar por materias y etiquetas. Pero las posibilidades son limitadas. Si solo buscas por materia, con conceptos generales, lo que te puede salir por “salud”, “paz” o “mujer”, por ejemplo, son extensos listados de libros variopintos, que difícilmente podrían servir a alumnado de un centro escolar, porque se perderían tratando de encontrar algo. Es mejor seleccionar primero la categoría “juvenil” (te ofrecen los campos de infantil, juvenil, películas y documentales, revistas y periódicos y contenido digital) y después hacer una búsqueda por la materia (“salud”, “paz”…), lo que ayuda a acotar la selección de documentos que les puedan ser útiles. Aunque se pierdan posibilidades, en el sentido de documentos que les podrían servir, reducen el listado a algo que pueden controlar.

Pixabay, b0red

En cuanto a las etiquetas, vi que muchos documentos no tenían asignada ninguna, así que perdía validez buscar por etiquetas.

Una vez tenías un listado, podías seleccionar un documento y ver su ficha. En algunos casos aparecía la imagen de la portada, lo que enriquecía la visión que te hacías del libro o documento, y también resultaba útil si tenía una pequeña sinopsis (no siempre se incluía). Esto te muestra que cuanto más completa sea la catalogación, más útil es para la persona que realiza una búsqueda. En cualquier caso, lo relevante para este ejemplo era la riqueza de lo señalado en el campo de materias para recuperar fondos. Yo encontré pobre la selección de materias y las pocas referencias que se añadían a los documentos. Para recuperar mejor la información, tendrían que mejorar este aspecto (más variedad en los conceptos de materias y asociar a cada fondo más materias, no una o dos).

En cuanto al sistema de catalogación, vi limitado solo poder jugar con los campos de materias y acotarlo al nivel de juvenil. Por lo que hemos visto, en el AbiesWeb tenemos más posibilidades al estar más diseñado para un entorno educativo (edades, estudios, familias profesionales, mayor variedad en temática y valores transversales…). Sí me gustó el añadido de la imagen de la portada, que en el AbiesWeb no está (la referencia a la página web suple en parte esta carencia). Por supuesto, si vas con referencias concretas de un documento, la búsqueda avanzada te permite saber rápidamente si está o no.

Pixabay, gmccrea
En general, a mí la búsqueda me resultó un tanto frustrante, aunque reconozco que soy de las que siempre se dan el paseo por las estanterías para ver qué hay (ya sea en bibliotecas o en librerías). No se me ocurriría hacer una búsqueda solo en las fichas o el sistema de catalogación informático si existe la posibilidad de mirar directamente en las estanterías. Y también tengo por hábito preguntarle al bibliotecario o librero posibilidades. (Y creo que no está de más fomentar en los alumnos estos hábitos).

Sin embargo, más allá de estas consideraciones, el ejercicio me llevó a otras reflexiones. ¿Qué hacemos cuándo pedimos a nuestros alumnos que investiguen sobre algo? Creo que, en general, solemos restringir los campos de búsqueda. Si van a hacer un trabajo por una de estas celebraciones, suele ser con un tema concreto relacionado (algún campo específico, biografías de personajes, hechos históricos determinados…). Y normalmente se siguen pautas simples, como empezar por buscar información en documentos generales como las enciclopedias, incluidas las temáticas, antes de pasar a los específicos, por ejemplo. Personalmente, yo ya les doy algunas referencias concretas de entrada para empezar a trabajar, sabiendo que unos documentos te llevan a otros por referencias entre sí, de modo que se amplían las perspectivas. Pedir que busquen sobre un tema muy abierto y sin pautas para empezar no me parece útil (salvo para personas ya formadas en su competencia informacional).

En este caso, estamos observando un ejercicio para usar fondos de la biblioteca. Pero en cualquier trabajo de investigación, esto irá combinado con información o artículos buscados en la web. Es necesario dar pautas para ambos casos, y resaltar las posibilidades de ambos recursos. Nuestros alumnos tienden a ignorar los fondos materiales y solo quedarse con los ofrecidos por la red. Es necesario que la biblioteca ofrezca buenos recursos (con fondos actualizados, prácticos y atractivos) y que esté bien organizada y catalogada para su fácil uso, de modo que puedan apreciarse sus ventajas.

De modo que si la biblioteca quiere servir, todo pasa por ofrecer buenos documentos y una precisa y muy completa catalogación.